EL PAPEL DEL COMUNICADOR EN COLOMBIA, LA INCLUSIÓN DE LA UNAD EN LA PROPUESTA DE PROFESIONALIZACIÓN

Tal vez uno de los aspectos más importantes relacionado con el papel del comunicador social en Colombia, está relacionado con la responsabilidad social que le asiste en la construcción de nuevos imaginarios colectivos, que le permitan incidir en la construcción de consensos sociales, estrechamente ligados con un proyecto de sociedad, ligado al modelo democrático, única posibilidad de expresar la diferencia y enriquecer los saberes colectivos.
El comunicador social debe contribuir a generar una opinión pública o audiencia, bien informada, critica, independiente y actuante del proceso social. Una sociedad fragmentada como la colombiana, requiere reconstruir el tejido social deteriorado por el conflicto social, político, cultural y ambiental que con características armadas se presenta en el país.
Por lo tanto el comunicador requiere dotarse de un criterio ético, ser muy cuidadoso en el tratamiento de los temas, cuando éstos se relacionan con situaciones que atentan o impiden la libertad de expresión, desafío presente para el comunicador en Colombia. Se requiere un profundo análisis del oficio para establecer puentes entre la sociedad actual y la que se pretende superar, en esa medida su papel se sustenta en buscar siempre canales de inclusión social.
Sobre la inclusión de la UNAD, en la profesionalización de los comunicadores empíricos, es un auténtico desafío, constituye una revolución en los currículos tradicionales, la formación virtual en la educación Superior, es novedosa y los mayores alcances de la propuesta se relacionan con ese periodismo realizado desde la fuente misma, desde la cantera directa de la problemática social, que se ha denominado arbitrariamente comunicación comunitaria, en la medida, que si bien la comunicación es poner en común las diferencias y diversidades en la sociedad, que es la comunidad, se ha querido mostrar como una categoría distinta, surge por ello el énfasis dado a la carrera en la universidad, con lo comunitario, lo cual no implica que todas las demás formas académicas de la comunicación no sean comunitarias. Aunque el compromiso de la Unad desde el primer momento de formulación del currículo se ha orientado a esos fines y propósitos comunitarios para transformar prácticas y realidades existentes en materia de hacer o realizar la comunicación.
Tradicionalmente la comunicación social, en el ámbito académico a nivel de pregrado, contó con la ausencia de la universidad pública, esta parecía privilegio de la universidad privada, para la Unad, resulta mayormente interesante este reto, poder romper esos paradigmas, iniciados ya en otras universidades como la del Valle, gracias a la presencia del Dr Jesús Martín Barbero, cuando se desempeñó como docente en esa universidad.
Se complementa de esta manera el rompimiento con esquemas del mercado académico y el prejuicio de la comunicación social como disciplina de bajo perfil y la pone en función de la sociedad, en función de sus cambios. Esta situación parte de la cualificación de comunicadores sociales, provenientes de diversos orígenes y condición social una posibilidad de elevar el nivel cultural y enriquecer el diálogo de saberes, tan necesario el Colombia, para llevar a cabo el tan anhelado cambio social. Es por lo tanto muy pertinente este revolucionario propósito de la universidad.